jueves, 31 de mayo de 2012

¿Nos quedamos sin Jesús?


Se acaba la Pascua, tras la Ascensión ¿Nos quedamos sin Jesús?


Hemos acompañado a Jesús tras la Resurrección, perdón Él nos ha acompañado a nosotros, dándonos instrucciones a través de toda la Pascua, antes de ir al Padre.  Los 4 evangelistas narran que la primera aparición es a María Magdalena, bien sola o bien con María la de Santiago o Salomé. Lo que Jesús nos dice tras su resurrección es memorable. En Mateo ¡Alegraos!, su resurrección es motivo de estar alegres. En Jn. 20, 17 Jesús va mas lejos: "suéltame que todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios" nos hace igual a El, es como cuando tu hermano mayor te dice: no te preocupes voy a hablar con nuestro padre. Es una garantía.

Y tras la Resurrección comienza "el testamento" para los discípulos, hoy los discípulos somos nosotros los cristianos. En Mt. 28, 18-20: "Me han concedido plena autoridad en cielo y tierra. Por tanto id a hacer discípulos entre todos los pueblos, bautizadlos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñadlos a cumplir cuanto os he mandado. Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo.". ¡Que maravilla! es como si el que te ha enseñado a desempeñar  tu trabajo te dijera que va estar siempre a tu lado, que no te preocupes. En Mc. 16, 15-18: "id por todo el mundo proclamando la buena noticia a toda la humanidad...a los creyentes acompañaran estas señales......". Confirma que el evangelio es para todos los hombres. En Lc. 24, 48: "Vosotros sois testigos de ello. Yo os envío lo que el Padre prometió. Vosotros quedaos en la ciudad hasta que desde el cielo os revistan de fuerza”. Y Juan nos narra la visita al cenáculo cuando esta Tomás y la confesión de este: Señor mío y Dos mío".
La Iglesia, nuestra madre en el camino pascual, nos recuerda aspectos de la vida de Jesús, para completar nuestra formación. En la tercera semana de Pascua leemos el relato del buen Pastor en Jn. Caps. 10 y 11: "yo soy el buen pastor....tengo además otras ovejas que no son de este redil......Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla...la entrego libremente....os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas". En la siguiente semana Jesús nos dice en Jn. 15, 1-8: "yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador......yo soy la vid, vosotros los sarmientos...porque sin mi no podéis hacer nada. Al que no permanece en mi lo tiran fuera y se seca...". Con un pastor así y con una vid que nos alimenta siempre no pasaremos nunca hambre, y sabemos que pase lo que pase nuestro Pastor da la vida por sus ovejas. En la siguiente semana Jesús nos dice en Jn. 15,9-17: "Este es mi mandamiento que os améis unos a otros como yo os he amado. ...ya no os llamo siervos... a vosotros os llamo amigos porque todo lo que he oído a mi padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido....". ¡Que garantía! tan grande ser amigos de Jesus, pero sobre todo haber sido elegido por Jesús, ¡somos privilegiados!.
Finalmente Jesús asciende al cielo, ¿que es el cielo?, ¿una ciudad, país, planeta?. Es un estado de gracia en el que hay paz, alegría, felicidad, ni falta nada ni sobra nada: «Ni ojo vio, ni oído oyó, ni pasó por pensamiento de hombre cuáles cosas tiene Dios preparadas para los que le aman» (1 Cor 2,9). En la Resurrección en el cuerpo físico de Jesús se realiza una reacción físico-química en la que todos los puntos de su cuerpo se transforman en energía lumínica con la emisión de protones, durando la reacción  1 microsegundo, estos protones son los que impregnan la sabana Santa y el cuerpo físico de Jesús se transforma en cuerpo glorioso. Y en la Ascensión Jesús no "sube" en el termino que conocemos, es una expresión evangélica, desaparece de su vista y se  "extiende" y  les llena, vive dentro de los discípulos, y se queda siempre vivo en la Eucaristía. Igual que la Fe es un don de Dios fruto de un encuentro personal e individual con Cristo, la Resurrección es un don de Dios. Ante una duda expresada por un sacerdote en unos ejercicios sobre si había resucitado Jesús o no, al cuestionárselo el sacerdote me respondió " ¿tu sientes a Jesús?, es decir al rezar, leer la Biblia, ayudar a los demás, sientes a veces que alguien escucha, que esta ahí, mi respuesta fue "si", me contesto si le sientes es que esta vivo, luego ha resucitado. Jesús sigue con nosotros hasta el fin de los tiempos. Lo único que nos pide es: Gal. 5,16-18 " andad según el Espíritu ya no realicéis los deseos de la carne, pues la carne desea contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne", y aceptar la voluntad del Padre y hacer la vocación para la que hemos sido convocados: Ef. 4, 1-13, "a cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.....y El ha constituido a unos en apóstoles, a otros en profetas, a otros en pastores y maestros.....".
Resucitemos con Jesús, y dejemos actuar en nosotros al Espíritu Santo que vive dentro de nosotros, quedándonos vacíos para que El pueda llenarnos con sus dones y veremos los frutos.

Que la paz de Dios este con vosotros:
Domingo  y Tina.

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