Busquemos juntos a Dios.
Sevilla,
a 16 de noviembre de 2012.
Queridos amigos equipistas:
“Así que velad, porque no
sabéis cuándo llegará el dueño de la casa, si al atardecer o a media noche, al
canto del gallo o al amanecer. No sea que llegue de improviso y os encuentre
dormidos” (Mc 13,35-36).
El
Tiempo de Adviento viene cada año a recordarnos esto para que nuestra vida
reencuentre su justa orientación hacia el rostro de Dios. El rostro no de un
“amo”, sino de un Padre y de un Amigo. Con la Virgen María, que nos guía en el
camino del Adviento, hagamos nuestras las palabras del profeta. “Señor, tu eres
nuestro padre; nosotros somos de arcilla y tu el que nos modela, todos nosotros
somos obra de tus manos” (Benedicto XVI).